viernes, 26 de junio de 2009

"Fuck (simil) 9" - Escribe: Manco Cretino





Se les saluda, estimados “leedores”.
A partir de este posteo comenzamos a compartir junto a Uds. la continuación al relato que fuera iniciado hace algunos meses junto a El Titán y a Walter (joven que se desligó de la empresa aduciendo insania; una pena… eso es lo que nos une).
Cada integrante ha aportado desde su blog la continuación a los puntos suspensivos dejados por el último depositante. Aquí nadie sabe qué escribirá su socio (lo que lo hace interesante, claro).
En definitiva, desde hoy solo nos encontraremos aquí con Fuck(símil), “La Historia en busca de algún Fin (en todo sentido)”.

Quién desee releer los “episodios” anteriores, pase y vea:




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...
Cualquiera que lo viera diría que el simple hecho de poner la pava sobre el calentador, es un ritual.
Lo es.
Las aguas burbujeantes dan paso a la absorción de la poción celestial.
- ‘tan buenos los verdes, che – elogia Emilio.
- Aha, pero vos no viniste a cumplir con el rito de adoración a la Pócima Sagrada. Otros son los propósitos.
- ¿Pero cóm…? Está bien, ya lo sabés... –a media sonrisa-. Entonces pregunto: ¿Qué pasó? ¿Por qué no se me respondió al envío del fax, proceso que inicié el Día Indicado?
- Todo tiene un porqué, pibe.
El anciano se acomoda en la silla y continúa cebando mates, ante la incógnita delineada en el rostro de su interlocutor, ubicado al otro lado de la destruida mesa que alguna vez perteneciera al Bar “La Comunión”.
Los interminables movimientos impacientan al joven pero no atina a hacer la más mínima interrupción. Podría ser lo último que hiciera.
Este añejo sabio acompañó a Los Fundadores en las primeras excavaciones hacia el Centro del Ser, allá por los años primarios. Nadie sabe a ciencia cierta su edad; se comenta que tiene todos los años, todas las edades. Tal vez eso explica sus conocimientos.
Es una especie de comodín necesario para realizar diversas jugadas. En este caso es de suma utilidad para el desorientado Emilio, que no es más que un eslabón de poco espesor que recibe suficiente presión en cada tirón.
- Mirá -fija la mirada en los ojos de la visita, a través del vapor del mate-, vos estás acá porque yo te he llamado.
- ...
- Si. Yo hice que ese fax no te fuera respondido, asegurándome que llegaras aquí.
- ¿Cómo? –la angustia de los días pasados escapa en las palabras de Emilio- ¿¡No me podría haber llamado directamente en lugar de... –enmudeciendo abruptamente por efecto de una mínima expresión del viejo, que ya se encuentra de pie junto al calentador, con los ojos cerrados.
- Por la simple razón que ha llegado tu momento, mocoso –sus pausas rozan la eternidad –y las cosas son y serán como tienen que ser; ya hay demasiada letra que así lo dice. Hasta hoy disfrutaste de los beneficios de un peldaño sin demasiados pisotones, haciendo correctamente las tareas que te fueron asignadas en tu iniciación. Esto no es un reproche, simplemente debés saber que hemos entrado en un nuevo ciclo, lo que acarrea cambios.
- ¿Cambios? Pero... ¿es Ud. quien se encarga de anunciarlos? Tenía entendido que su función iba más allá de lo...
- Mi función –interrumpiendo con un tono firme –también va a cambiar, nene. Y vos vas a estar ligado a mi Ascensión. Me queda poco en este... “rol”. Yo ya estoy apuntando al Norte.
- Sigo sin entender.
- Nene... vos me vas a suplantar en este Ministerio.

miércoles, 17 de junio de 2009

Conociendo, Intercambiando


Todos somos iguales ante mis ojos, ante tus ojos.
Al otro lado de la frontera encuentro gente interesante, locos lindos, un cambio de acento, pero español, al fin y al cabo.

Bienvenidos!!!
NAREAL
Escribe lo que siente y le da sentido capturando las cosas bellas a través de su fotografía

martes, 9 de junio de 2009

Finales sin cuento: "Retrato del difunto"

...
Cayó muerto.
Fulminado.
Su boca entreabierta dejaba ver la reseca lengua, custodiada por los heridos dientes.
A flor de labios alguna palabra que nunca llegó a oírse, tal vez ni se dijo.

Triste mirada blanquecina; buscando la última bocanada de aire, el último redoble del corazón. Pacífica, nunca forzada.