
Algo ha cambiado. Mucho ha cambiado.
Las cadenas de noticias hablan constantemente de la muerte del Sr. Ministro desde la noche anterior. Tamaño incidente da origen a una programación de emergencia que llena pantallas, antenas y cables.
Nada saben los señoritos de corbata y saco. Solo hablan del misterioso disparo que atravesó vidrio y nuca tras una trayectoria de 150 metros desde el oeste. Nada saben.+-+11.JPG)
El asesinato del alto funcionario representa un traspié de los que pueden darse en el movimiento sincronizado de una maquinaria. En esta ocasión, se trata de la rotura de un engranaje mayor.
Existen piezas que no se adquieren fácilmente. Tal no es el caso de Sigfrido, que solo ha entrado en el mecanismo para cumplir una única e irrepetible función: efectuar dos disparos. Uno de ellos ha sido el punto de partida de horas de información en los medios; el otro suena horas más tarde y a decenas de kilómetros de allí en su propia sien, ante el espanto de una niña prostituta y algunos parroquianos en un bar de mala muerte. Su madre encontrará en algunos días una buena cantidad de billetes en el mueble del baño.
Las cadenas de noticias hablan constantemente de la muerte del Sr. Ministro desde la noche anterior. Tamaño incidente da origen a una programación de emergencia que llena pantallas, antenas y cables.
Nada saben los señoritos de corbata y saco. Solo hablan del misterioso disparo que atravesó vidrio y nuca tras una trayectoria de 150 metros desde el oeste. Nada saben.
El asesinato del alto funcionario representa un traspié de los que pueden darse en el movimiento sincronizado de una maquinaria. En esta ocasión, se trata de la rotura de un engranaje mayor.
Existen piezas que no se adquieren fácilmente. Tal no es el caso de Sigfrido, que solo ha entrado en el mecanismo para cumplir una única e irrepetible función: efectuar dos disparos. Uno de ellos ha sido el punto de partida de horas de información en los medios; el otro suena horas más tarde y a decenas de kilómetros de allí en su propia sien, ante el espanto de una niña prostituta y algunos parroquianos en un bar de mala muerte. Su madre encontrará en algunos días una buena cantidad de billetes en el mueble del baño.
6 comentarios:
bien ahi...ese es mi pollo!
Sigo yo?
Hmm, me da que pensar, yo también guardo la guita en el baño...
Saludos
Epa!
Estuve alejado un tiempo y veo que esto ha tenido interesantes movimientos!!!
JAJAJAJAJAJA
...qué desgracia...
Se marea... Manco Cretino
Sigo esperando a que el Titán se reincorpore a la redacción para continuar con el blog...
Saludos
jajajajaj
despues del nueve soy de ustedes...
en la semana cocino el resto...
un abrazo a todos...
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