martes, 15 de diciembre de 2009

"Fuck(Simil) 12" - Escribe: El Titán


Solo quería trabajar. Justo hoy tenía que pegarse un tiro este perdedor, acá, a mi lado, junto a esta botella sucia de ginebra y el polvo de este bar camino al quinto de los Infiernos Dantescos. Así pensaba Caro mientras esperaba al subcomisario para que le tomara la declaración. Ella tenía apenas catorce años pero la sabiduría de la calle-o de la ruta, mejor dicho-le sumaba unos cuantos años a ese cuerpo frágil y a ese alma de promesas rotas. Antes de que Sigfrido se invitara a si mismo al sueño de la pólvora, habían estado charlando.

Al principio ella lo vio como un posible cliente pero al poco tiempo de la charla, se dio cuenta que todo terminaría mal. Él le contó que acababa de matar a un Semi-dios (sic) y que todos los látigos del universo encontrarían el nirvana en su piel gastada. Luego hablaron de la vida, de los fracasos de la vida, de los sinsabores de la vida, de las pesadillas de la vida, etc. Y después fue el arma y el disparo ante la sorpresa de todos y la sangre salpicándole en la cara y un día perdido de trabajo...

sábado, 17 de octubre de 2009

"Fuck(Simil) 11" - Escribe: Manco Cretino



Algo ha cambiado. Mucho ha cambiado.
Las cadenas de noticias hablan constantemente de la muerte del Sr. Ministro desde la noche anterior. Tamaño incidente da origen a una programación de emergencia que llena pantallas, antenas y cables.
Nada saben los señoritos de corbata y saco. Solo hablan del misterioso disparo que atravesó vidrio y nuca tras una trayectoria de 150 metros desde el oeste. Nada saben.
El asesinato del alto funcionario representa un traspié de los que pueden darse en el movimiento sincronizado de una maquinaria. En esta ocasión, se trata de la rotura de un engranaje mayor.
Existen piezas que no se adquieren fácilmente. Tal no es el caso de Sigfrido, que solo ha entrado en el mecanismo para cumplir una única e irrepetible función: efectuar dos disparos. Uno de ellos ha sido el punto de partida de horas de información en los medios; el otro suena horas más tarde y a decenas de kilómetros de allí en su propia sien, ante el espanto de una niña prostituta y algunos parroquianos en un bar de mala muerte. Su madre encontrará en algunos días una buena cantidad de billetes en el mueble del baño.

viernes, 28 de agosto de 2009

Fuck (simil) 10 escribe El Titan

En otra parte de la ciudad, cerca del afiebrado centro, Sigfrido esperaba. Las horas habían pasado con demasiada lentitud, una fila de tortugas interminable. Pero a él no le importaba porque la recompensa sería oro y birra y ocio y mujeres con olor a jabón. En su mano tenía un rifle.

-Che, está bien que agarremos por acá?- dice el ministro a su asesor de confianza, que estaba sentado a su lado en la gran limo del color de las castañas.

-Señor, el recorrido está seguro, no hay fotógrafos esperando, solo las putas en la mansión- responde con cara de baba de caracol.

-Me alegro. Me alegran las cosas cuando van bien, todo calculado, todo en su lugar.-

-Si Señor, lo que usted diga, Señor.-

Cuando pasaban cerca del Parque Mork, el disparo sonó como miles de truenos o como un petardo perdido. Las putas, ese día, no hicieron el servicio...

domingo, 16 de agosto de 2009

Don "Segunda" Sombra

(Con todo el respeto que me merece Ricardo Güiraldes y su gran personaje "Don Segundo Sombra").

viernes, 26 de junio de 2009

"Fuck (simil) 9" - Escribe: Manco Cretino





Se les saluda, estimados “leedores”.
A partir de este posteo comenzamos a compartir junto a Uds. la continuación al relato que fuera iniciado hace algunos meses junto a El Titán y a Walter (joven que se desligó de la empresa aduciendo insania; una pena… eso es lo que nos une).
Cada integrante ha aportado desde su blog la continuación a los puntos suspensivos dejados por el último depositante. Aquí nadie sabe qué escribirá su socio (lo que lo hace interesante, claro).
En definitiva, desde hoy solo nos encontraremos aquí con Fuck(símil), “La Historia en busca de algún Fin (en todo sentido)”.

Quién desee releer los “episodios” anteriores, pase y vea:




-------------------------------------------------------------------



...
Cualquiera que lo viera diría que el simple hecho de poner la pava sobre el calentador, es un ritual.
Lo es.
Las aguas burbujeantes dan paso a la absorción de la poción celestial.
- ‘tan buenos los verdes, che – elogia Emilio.
- Aha, pero vos no viniste a cumplir con el rito de adoración a la Pócima Sagrada. Otros son los propósitos.
- ¿Pero cóm…? Está bien, ya lo sabés... –a media sonrisa-. Entonces pregunto: ¿Qué pasó? ¿Por qué no se me respondió al envío del fax, proceso que inicié el Día Indicado?
- Todo tiene un porqué, pibe.
El anciano se acomoda en la silla y continúa cebando mates, ante la incógnita delineada en el rostro de su interlocutor, ubicado al otro lado de la destruida mesa que alguna vez perteneciera al Bar “La Comunión”.
Los interminables movimientos impacientan al joven pero no atina a hacer la más mínima interrupción. Podría ser lo último que hiciera.
Este añejo sabio acompañó a Los Fundadores en las primeras excavaciones hacia el Centro del Ser, allá por los años primarios. Nadie sabe a ciencia cierta su edad; se comenta que tiene todos los años, todas las edades. Tal vez eso explica sus conocimientos.
Es una especie de comodín necesario para realizar diversas jugadas. En este caso es de suma utilidad para el desorientado Emilio, que no es más que un eslabón de poco espesor que recibe suficiente presión en cada tirón.
- Mirá -fija la mirada en los ojos de la visita, a través del vapor del mate-, vos estás acá porque yo te he llamado.
- ...
- Si. Yo hice que ese fax no te fuera respondido, asegurándome que llegaras aquí.
- ¿Cómo? –la angustia de los días pasados escapa en las palabras de Emilio- ¿¡No me podría haber llamado directamente en lugar de... –enmudeciendo abruptamente por efecto de una mínima expresión del viejo, que ya se encuentra de pie junto al calentador, con los ojos cerrados.
- Por la simple razón que ha llegado tu momento, mocoso –sus pausas rozan la eternidad –y las cosas son y serán como tienen que ser; ya hay demasiada letra que así lo dice. Hasta hoy disfrutaste de los beneficios de un peldaño sin demasiados pisotones, haciendo correctamente las tareas que te fueron asignadas en tu iniciación. Esto no es un reproche, simplemente debés saber que hemos entrado en un nuevo ciclo, lo que acarrea cambios.
- ¿Cambios? Pero... ¿es Ud. quien se encarga de anunciarlos? Tenía entendido que su función iba más allá de lo...
- Mi función –interrumpiendo con un tono firme –también va a cambiar, nene. Y vos vas a estar ligado a mi Ascensión. Me queda poco en este... “rol”. Yo ya estoy apuntando al Norte.
- Sigo sin entender.
- Nene... vos me vas a suplantar en este Ministerio.

miércoles, 17 de junio de 2009

Conociendo, Intercambiando


Todos somos iguales ante mis ojos, ante tus ojos.
Al otro lado de la frontera encuentro gente interesante, locos lindos, un cambio de acento, pero español, al fin y al cabo.

Bienvenidos!!!
NAREAL
Escribe lo que siente y le da sentido capturando las cosas bellas a través de su fotografía

martes, 9 de junio de 2009

Finales sin cuento: "Retrato del difunto"

...
Cayó muerto.
Fulminado.
Su boca entreabierta dejaba ver la reseca lengua, custodiada por los heridos dientes.
A flor de labios alguna palabra que nunca llegó a oírse, tal vez ni se dijo.

Triste mirada blanquecina; buscando la última bocanada de aire, el último redoble del corazón. Pacífica, nunca forzada.

martes, 19 de mayo de 2009

Críticas

La imagen no es nada. Pero parece constituir el todo en este mundo actual.

Debe ser verdad eso de que los ojos son el reflejo del alma, porque lo visual pareciera ser sinónimo de realidad; realidad supuestamente objetiva.

Mi crítica va dirigida en este caso a las obsesiones que el mercado deposita en los individuos con respecto a sus figuras. La cultura Light, la cultura de los gimnasios, la enfermiza preocupación por la estética corporal.

Es sabido que los productos deben ser colocados en el mercado y que este, básicamente, funciona por la interacción de oferentes y demandantes. También es sabido que para que algo tenga que ser demandado tiene que ser “necesitado” ¡Oh, poderoso mercado! Que crea necesidades con la fuerza de un imperio, bombardeando las mentes de los individuos-consumidores con imágenes gastadas pero efectivas, generando, además de vacíos espirituales (no desesperen, igual el mercado también puede proveerles terapias alternativas y religiones edulcoradas, aunque el vacío siga), peligrosos desórdenes psicológicos.

¿Y cuál es el método utilizado para lavar las mentes y distorsionar la realidad (más bien para crear una nueva realidad, a imagen y semejanza de sus propósitos)? Los omniscientes y omnipresentes medios de comunicación.

No pretendo en esta crítica plantear soluciones, solo es una pequeña y humilde observación sobre el triste estado de las cosas. A un ejemplo me remito: uno de los diarios más importantes del país de vez en cuando saca una nota alertando sobre la anorexia y la bulimia. Sin embargo, vemos todos los días desde las mismas notas, desde el mismo discurso, la preocupación por el “estar bien”, la exposición irresponsable de dietas o de métodos peligrosísimos para adelgazar, el fomento de operaciones estéticas o, peor aún, la constante pregunta a figuras públicas -tristes representantes de la cultura actual- de cómo hacen para estar tan “bien”.

En definitiva, y para no aburrirlos: salud es estar bien, tanto espiritual como físicamente, sin prestar atención a estereotipos que son creados por el mercado para que uno no piense, para que uno sea esclavo de la mercancía.

martes, 24 de marzo de 2009

Carta abierta a la Junta Militar

Sin palabras.

RODOLFO WALSH
Carta abierta a la Junta Militar
Buenos Aires, 24 de marzo de 1977


1. La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en El Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante casi treinta años.
El primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un balance de la acción de gobierno en documentos y discursos oficiales, donde lo que ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades.
El 24 de marzo de 1976 derrocaron ustedes a un gobierno del que formaban parte, a cuyo desprestigio contribuyeron como ejecutores de su política represiva, y cuyo término estaba señalado por elecciones convocadas para nueve meses más tarde. En esa perspectiva lo que ustedes liquidaron no fue el mandato transitorio de Isabel Martínez sino la posibilidad de un proceso democrático donde el pueblo remediara males que ustedes continuaron y agravaron.
Ilegítimo en su origen, el gobierno que ustedes ejercen pudo legitimarse en los hechos recuperando el programa en que coincidieron en las elecciones de 1973 el 80% de los argentinos y que sigue en pie como expresión objetiva de la voluntad del pueblo, único significado posible de ese «ser nacional» que ustedes invocan tan a menudo.
Invirtiendo ese camino han restaurado ustedes la corriente de ideas e intereses de minorías derrotadas que traban el desarrollo de las fuerzas productivas, explotan al pueblo y disgregan la Nación. Una política semejante sólo puede imponerse transitoriamente prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando la prensa e implantando el terror más profundo que ha conocido la sociedad argentina.
2. Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror.
Colmadas las cárceles ordinarias, crearon ustedes en las principales guarniciones del país virtuales campos de concentración donde no entra ningún juez, abogado, periodista, observador internacional. El secreto militar de los procedimientos, invocado como necesidad de la investigación, convierte a la mayoría de las detenciones en secuestros que permiten la tortura sin límite y el fusilamiento sin juicio.1
Más de siete mil recursos de hábeas corpus han sido contestados negativamente este último año.
En otros miles de casos de desaparición el recurso ni siquiera se ha presentado porque se conoce de antemano su inutilidad o porque no se encuentra abogado que ose presentarlo después que los cincuenta o sesenta que lo hacían fueron a su turno secuestrados.
De este modo han despojado ustedes a la tortura de su límite en el tiempo. Como el detenido no existe, no hay posibilidad de presentarlo al juez en diez días según manda una ley que fue respetada aun en las cumbres represivas de anteriores dictaduras.
La falta de límite en el tiempo ha sido complementada con la falta de límite en los métodos, retrocediendo a épocas en que se operó directamente sobre las articulaciones y las vísceras de las víctimas, ahora con auxiliares quirúrgicos y farmacológicos de que no dispusieron los antiguos verdugos. El potro, el torno, el despellejamiento en vida, la sierra de los inquisidores medievales reaparecen en los testimonios junto con la picana y el «submarino», el soplete de las actualizaciones contemporáneas.2
Mediante sucesivas concesiones al supuesto de que el fin de exterminar a la guerilla justifica todos los medios que usan, han llegado ustedes a la tortura absoluta, intemporal, metafísica en la medida que el fin original de obtener información se extravía en las mentes perturbadas que la administran para ceder al impulso de machacar la sustancia humana hasta quebrarla y hacerle perder la dignidad que perdió el verdugo, que ustedes mismos han perdido.
3. La negativa de esa Junta a publicar los nombres de los prisioneros es asimismo la cobertura de una sistemática ejecución de rehenes en lugares descampados y horas de la madrugada con el pretexto de fraguados combates e imaginarias tentativas de fuga.
Extremistas que panfletean el campo, pintan acequias o se amontonan de a diez en vehículos que se incendian son los estereotipos de un libreto que no está hecho para ser creído sino para burlar la reacción internacional ante ejecuciones en regla mientras en lo interno se subraya el carácter de represalias desatadas en los mismos lugares y en fecha inmediata a las acciones guerrilleras.
Setenta fusilados tras la bomba en Seguridad Federal, cincuenta y cinco en respuesta a la voladura del Departamento de Policía de La Plata, treinta por el atentado en el Ministerio de Defensa, cuarenta en la Masacre del Año Nuevo que siguió a la muerte del coronel Castellanos, diecinueve tras la explosión que destruyó la comisaría de Ciudadela forman parte de mil doscientas ejecuciones en trescientos supuestos combates donde el oponente no tuvo heridos y las fuerzas a su mando no tuvieron muertos.
Depositarios de una culpa colectiva abolida en las normas civilizadas de justicia, incapaces de influir en la política que dicta los hechos por los cuales son represaliados, muchos de esos rehenes son delegados sindicales, intelectuales, familiares de guerrilleros, opositores no armados, simples sospechosos a los que se mata para equilibrar la balanza de las bajas según la doctrina extranjera de «cuenta-cadáveres» que usaron los SS en los países ocupados y los invasores en Vietnam.
El remate de guerrilleros heridos o capturados en combates reales es asimismo una evidencia que surge de los comunicados militares que en un año atribuyeron a la guerrilla seiscientos muertos y sólo diez o quince heridos, proporción desconocida en los más encarnizados conflictos. Esta impresión es confirmada por un muestreo periodístico de circulación clandestina que revela que entre el 18 de diciembre de 1976 y el 3 de febrero de 1977, en cuarenta acciones reales, las fuerzas legales tuvieron veintitrés muertos y cuarenta heridos, y la guerrilla sesenta y tres muertos.

3 Más de cien procesados han sido igualmente abatidos en tentativas de fuga cuyo relato oficial tampoco está destinado a que alguien lo crea sino a prevenir a la guerrilla y los partidos de que aun los presos reconocidos son la reserva estratégica de las represalias de que disponen los Comandantes de Cuerpo según la marcha de los combates, la conveniencia didáctica o el humor del momento.


Así ha ganado sus laureles el general Benjamín Menéndez, jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, antes del 24 de marzo con el asesinato de Marcos Osatinsky, detenido en Córdoba, después con la muerte de Hugo Vaca Narvaja y otros cincuenta prisioneros en variadas aplicaciones de la ley de fuga ejecutadas sin piedad y narradas sin pudor.

4 El asesinato de Dardo Cabo, detenido en abril de 1975, fusilado el 6 de enero de 1977 con otros siete prisioneros en jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército que manda el general Suárez Masson, revela que estos episodios no son desbordes de algunos centuriones alucinados sino la política misma que ustedes planifican en sus estados mayores, discuten en sus reuniones de gabinete, imponen como comandantes en jefe de las 3 Armas y aprueban como miembros de la Junta de Gobierno.
4. Entre mil quinientas y tres mil personas han sido masacradas en secreto después que ustedes prohibieron informar sobre hallazgos de cadáveres que en algunos casos han trascendido, sin embargo, por afectar a otros países, por su magnitud genocida o por el espanto provocado entre sus propias fuerzas.5
Veinticinco cuerpos mutilados afloraron entre marzo y octubre de 1976 en las costas uruguayas, pequeña parte quizá del cargamento de torturados hasta la muerte en la Escuela de Mecánica de la Armada, fondeados en el Río de La Plata por buques de esa fuerza, incluyendo el chico de quince años, Floreal Avellaneda, atado de pies y manos, «con lastimaduras en la región anal y fracturas visibles» según su autopsia.
Un verdadero cementerio lacustre descubrió en agosto de 1976 un vecino que buceaba en el lago San Roque de Córdoba, acudió a la comisaría donde no le recibieron la denuncia y escribió a los diarios que no la publicaron.6
Treinta y cuatro cadáveres en Buenos Aires entre el 3 y el 9 de abril de 1976, ocho en San Telmo el 4 de julio, diez en el río Luján el 9 de octubre, sirven de marco a las masacres del 20 de agosto que apilaron treinta muertos a quince kilómetros de Campo de Mayo y diecisiete en Lomas de Zamora.
En esos enunciados se agota la ficción de bandas de derecha, presuntas herederas de las 3 A de López Rega, capaces de atravesar la mayor guarnición del país en camiones militares, de alfombrar de muertos el río de La Plata o de arrojar prisioneros al mar desde los transportes de la Primera Brigada Aérea,7 sin que se enteren el general Videla, el almirante Massera o el brigadier Agosti. Las 3 A son hoy las 3 Armas, y la Junta que ustedes presiden no es el fiel de la balanza entre «violencias de distintos signos» ni el árbitro justo entre «dos terrorismos», sino la fuente misma del terror que ha perdido el rumbo y sólo puede balbucear el discurso de la muerte.8
La misma continuidad histórica liga el asesinato del general Carlos Prats, durante el anterior gobierno, con el secuestro y muerte del general Juan José Torres, Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruiz y decenas de asilados en quienes se ha querido asesinar la posibilidad de procesos democráticos en Chile, Bolivia y Uruguay.9
La segura participación en esos crímenes del Departamento de Asuntos Extranjeros de la Policía Federal, conducido por oficiales becados de la CIA a través de la AID, como los comisarios Juan Gattei y Antonio Gettor, sometidos ellos mismos a la autoridad de míster Gardener Hathaway, Station Chief de la CIA en la Argentina, es semillero de futuras revelaciones como las que hoy sacuden a la comunidad internacional que no han de agotarse siquiera cuando se esclarezcan el papel de esa agencia y de altos jefes del Ejército, encabezados por el general Menéndez, en la creación de la Logia Libertadores de América, que reemplazó a las 3 A hasta que su papel global fue asumido por esa Junta en nombre de las 3 Armas.
Este cuadro de exterminio no excluye siquiera el arreglo personal de cuentas como el asesinato del capitán Horacio Gándara, quien desde hace una década investigaba los negociados de altos jefes de la Marina, o del periodista de Prensa Libre Horacio Novillo apuñalado y calcinado, después que ese diario denunció las conexiones del ministro Martínez de Hoz con monopolios internacionales.
A la luz de estos episodios cobra su significado final la definición de la guerra pronunciada por uno de sus jefes: «La lucha que libramos no reconoce límites morales ni naturales, se realiza más allá del bien y del mal».10
5. Estos hechos, que sacuden la conciencia del mundo civilizado, no son sin embargo los que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni las peores violaciones de los derechos humanos en que ustedes incurren. En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada.
En un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores al 40%, disminuido su participación en el ingreso nacional al 30%, elevado de seis a dieciocho horas la jornada de labor que necesita un obrero para pagar la canasta familiar,11 resucitando así formas de trabajo forzado que no persisten ni en los últimos reductos coloniales. Congelando salarios a culatazos mientras los precios suben en las puntas de las bayonetas, aboliendo toda forma de reclamación colectiva, prohibiendo asambleas y comisiones internas, alargando horarios, elevando la desocupación al récord del 9%,12 prometiendo aumentarla con trescientos mil nuevos despidos, han retrotraído las relaciones de producción a los comienzos de la era industrial, y cuando los trabajadores han querido protestar los han calificado de subversivos, secuestrando cuerpos enteros de delegados que en algunos casos aparecieron muertos, y en otros no aparecieron.13
Los resultados de esa política han sido fulminantes. En este primer año de gobierno el consumo de alimentos ha disminuido el 40%, el de ropa más del 50%, el de medicinas ha desaparecido prácticamente en las capas populares. Ya hay zonas del Gran Buenos Aires donde la mortalidad infantil supera el 30%, cifra que nos iguala con Rhodesia, Dahomey o las Guayanas; enfermedades como la diarrea estival, las parasitosis y hasta la rabia en que las cifras trepan hacia marcas mundiales o las superan. Como si esas fueran metas deseadas y buscadas, han reducido ustedes el presupuesto de la salud pública a menos de un tercio de los gastos militares, suprimiendo hasta los hospitales gratuitos mientras centenares de médicos, profesionales y técnicos se suman al éxodo
provocado por el terror, los bajos sueldos o la «racionalización».
Basta andar unas horas por el Gran Buenos Aires para comprobar la rapidez con que semejante política la convirtió en una villa miseria de diez millones de habitantes. Ciudades a media luz, barrios enteros sin agua porque las industrias monopólicas saquean las napas subterráneas, millares de cuadras convertidas en un solo bache porque ustedes sólo pavimentan los barrios militares y adornan la Plaza de Mayo, el río más grande del mundo contaminado en todas sus playas porque los socios del ministro Martínez de Hoz arrojan en él sus residuos industriales, y la única medida de gobierno que ustedes han tomado es prohibir a la gente que se bañe.
Tampoco en las metas abstractas de la economía, a las que suelen llamar «el país», han sido ustedes más afortunados. Un descenso del producto bruto que orilla el 3%, una deuda exterior que alcanza a seiscientos dólares por habitante, una inflación anual del 400%, un aumento del circulante que en sólo una semana de diciembre llegó al 9%, una baja del 13% en la inversión externa constituyen también marcas mundiales, raro fruto de la fría deliberación y la cruda inepcia.
Mientras todas las funciones creadoras y protectoras del Estado se atrofian hasta disolverse en la pura anemia, una sola crece y se vuelve autónoma. Mil ochocientos millones de dólares que equivalen a la mitad de las exportaciones argentinas presupuestados para Seguridad y Defensa en 1977, cuatro mil nuevas plazas de agentes en la Policía Federal, doce mil en la provincia de Buenos Aires con sueldos que duplican el de un obrero industrial y triplican el de un director de escuela, mientras en secreto se elevan los propios sueldos militares a partir de febrero en un 120%, prueban que no hay congelación ni desocupación en el reino de la tortura y de la muerte, único campo de la actividad argentina donde el producto crece y donde la cotización por guerrillero abatido sube más rápido que el dólar.
6. Dictada por el Fondo Monetario Internacional según una receta que se aplica indistintamente a Zaire o a Chile, a Uruguay o Indonesia, la política económica de esa Junta sólo reconoce como beneficiarios a la vieja oligarquía ganadera, la nueva oligarquía especuladora y un grupo selecto de monopolios internacionales encabezados por la ITT, la Esso, las automotrices, la U.S. Steel, la Siemens, al que están ligados personalmente el ministro Martínez de Hoz y todos los miembros de su gabinete.
Un aumento del 722% en los precios de la producción animal en 1976 define la magnitud de la restauración oligárquica emprendida por Martínez de Hoz en consonancia con el credo de la Sociedad Rural expuesto por su presidente Celedonio Pereda: «Llena de asombro que ciertos grupos pequeños pero activos sigan insistiendo en que los alimentos deben ser baratos».14
El espectáculo de una Bolsa de Comercio donde en una semana ha sido posible para algunos ganar sin trabajar el 100 y el 200%, donde hay empresas que de la noche a la mañana duplicaron su capital sin producir más que antes, la rueda loca de la especulación en dólares, letras, valores ajustables, la usura simple que ya calcula el interés por hora, son hechos bien curiosos bajo un gobierno que venía a acabar con el «festín de los corruptos».
Desnacionalizando bancos se ponen el ahorro y el crédito nacional en manos de la banca extranjera, indemnizando a la ITT y a la Siemens se premia a empresas que estafaron al Estado, devolviendo las bocas de expendio se aumentan las ganancias de la Shell y la Esso, rebajando los aranceles aduaneros se crean empleos en Hong Kong o Singapur y desocupación en la Argentina.
Frente al conjunto de esos hechos cabe preguntarse quiénes son los apátridas de los comunicados oficiales, dónde están los mercenarios al servicio de intereses foráneos, cuál es la ideología que amenaza al ser nacional.
Si una propaganda abrumadora, reflejo deforme de hechos malvados, no pretendiera que esa Junta procura la paz, que el general Videla defiende los derechos humanos o que el almirante Massera ama la vida, aún cabría pedir a los señores Comandantes en Jefe de las 3 Armas que meditaran sobre el abismo al que conducen al país tras la ilusión de ganar una guerra que, aun si mataran al último guerrillero, no haría más que empezar bajo nuevas formas, porque las causas que hace más de veinte años mueven la resistencia del pueblo argentino no estarán desaparecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la revelación de las atrocidades cometidas. Estas son las reflexiones que en el primer aniversario de su infausto gobierno he querido hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles.
1 Desde enero de 1977 la Junta empezó a publicar nóminas incompletas de nuevos detenidos y de «liberados» que en su mayoría no son tales sino procesados que dejan de estar a su disposición pero siguen presos. Los nombres de millares de prisioneros son aún secreto militar y las condiciones para su tortura y posterior fusilamiento permanecen intactas.
2 El dirigente peronista Jorge Lizaso fue despellejado en vida, el ex diputado radical Mario Amaya muerto a palos, el ex diputado Muñiz Barreto desnucado de un golpe. Testimonio de una sobreviviente: «Picana en los brazos, las manos, los muslos, cerca de la boca cada vez que lloraba o rezaba... Cada veinte minutos abrían la puerta y me decían que me iban hacer fiambre con la máquina de sierra que se escuchaba».
3 Cadena Informativa, mensaje No. 4, febrero de 1977.
4 Una versión exacta aparece en esta carta de los presos en la Cárcel de Encausados al obispo de Córdoba, monseñor Primatesta: «El 17 de mayo son retirados con el engaño de ir a la enfermería seis compañeros que luego son fusilados. Se trata de Miguel Ángel Mosse, José Svagusa, Diana Fidelman, Luis Verón, Ricardo Yung y Eduardo Hernández, de cuya muerte en un intento de fuga informó el Tercer Cuerpo de Ejército. El 29 de mayo son retirados José Pucheta y Carlos Sgadurra. Este último había sido castigado al punto de que no se podía mantener en pie sufriendo varias fracturas de miembros. Luego aparecen también fusilados en un intento de fuga».
5 En los primeros quince días de gobierno militar aparecieron sesenta y tres cadáveres, según los diarios. Una proyección anual da la cifra de mil quinientos. La presunción de que puede ascender al doble se funda en que desde enero de 1976 la información periodística era incompleta y en el aumento global de la represión después del golpe.
Una estimación global verosímil de las muertes producidas por la Junta es la siguiente. Muertos en combate: seiscientos. Fusilados: mil trescientos. Ejecutados en secreto: dos mil. Varios: cien. Total: cuatro mil.
6 Carta de Isaías Zanotti, difundida por ANCLA, Agencia de Noticias Clandestina.
7 «Programa» dirigido entre julio y diciembre de 1976 por el brigadier Mariani, jefe de la Primera Brigada Aérea del Palomar. Se usaron transportes Fokker F-27.
8 El canciller vicealmirante Guzzeti en reportaje publicado por La Opinión el 3 de octubre de 1976 admitió que «el terrorismo de derecha no es tal» sino «un anticuerpo».
9 El general Prats, último ministro de Ejército del presidente Allende, muerto por una bomba en setiembre de 1974.
Los ex parlamentarios uruguayos Michelini y Gutiérrez Ruiz aparecieron acribillados el 2 de mayo de 1976. El cadáver del general Torres, ex presidente de Bolivia, apareció el 2 de junio de 1976, después que el ministro del Interior y ex jefe de Policía de Isabel Martínez, general Harguindeguy, lo acusó de «simular» su secuestro.
10 Teniente coronel Hugo Ildebrando Pascarelli según La Razón del 12 de junio de 1976. Jefe del Grupo I de Artillería de Ciudadela. Pascarelli es el presunto responsable de treinta y tres fusilamientos entre el 5 de enero y el 3 de febrero de 1977.
11 Unión de Bancos Suizos, dato correspondiente a junio de 1976. Después la situación se agravó aún más.
12 Diario Clarín.
13 Entre los dirigentes nacionales secuestrados se cuentan Mario Aguirre de ATE, Jorge di Pasquale de Farmacia, Oscar Smith de Luz y Fuerza. Los secuestros y asesinatos de delegados han sido particularmente graves en metalúrgicos y navales.
14 Prensa Libre, 16 de diciembre de 1976.

jueves, 19 de marzo de 2009

¿Dónde, cuándo, cómo, por qué?


(Durante la noche de un verano ardiente en un país que no es bananero, aunque está lleno de "bananas", porque la planta "madre" es originaria de países aun más ardientes)
...
-¿Querés participar de una revista virtual?
-¿?
-Si… o sea, un blog donde colgamos artículos…
-¿?
-… es un proyectito aun. En realidad, todavía no estamos todos los que vamos a ser…
-¿?
-La idea es poner notas que cada uno escriba, con pensamiento libre, viste… algo variado, donde se toquen temas de actualidad, pequeños ensayos, etc., etc.
-¿?
-… vos ahí vas a poder poner tus dibujos! Está bueno porque le darás un toque a la parte gráfica de la revista. La idea es que vos seas también administrador así sumás al blog tanto con tus palabras como con tus ilustraciones!
-¿?
-… además de tus fotos, que están buenas…
-¿?
-… Por supuesto que tus textos serán parte de esta idea, ya te conocemos…
-Don Titán…
-¿Qué?
-… Esta revista… ¿cómo se hojea?
.

viernes, 13 de marzo de 2009

En estos tiempos, donde todo sobra, donde todo falta, nos vestimos de cómplices del caos con más facilidad. No es casualidad ni accidente que las calles reclamen paz a fuerza de golpes; que la gente llore sangre pidiendo sangre.

Nos es fácil a todos hacer desde las palabras, crear desde el imaginario y sufrir desde la ética. Nos es fácil pensar que alguien debe pensar por nosotros, y que sólo hará las cosas mal quien pueda hacer algo. Bien claro debería estar que todos podemos equivocarnos, y bien claro, también, debería ser el concepto aquel que versa que sólo se equivoca quien hace.

Vestirnos de víctimas nos hace más frágiles, nos limita y condiciona; nos ubica en un lugar de espectador ingrato que no nos resulta familiar, pero que, de un modo u otro, hemos forjado. Sería prudente, entonces, que alguna vez seamos nosotros quienes elijamos en qué momento gritar fuerte y cuándo esconder los dientes. Saber distinguir las consecuencias de las causas.

Una vez más, en estos tiempos, donde todo sobra, donde todo falta, nos excede la furia, nos falta la iniciativa, nos sobrepasa la falta de cohesión social, y no encontramos respuestas. Quizás, esta vez, el problema pase por nosotros. Y cuando digo nosotros, hablo de todos.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Editorial

Una revista más. Las revistas tienen ese que sé yo, viste. Son discretas, son como libros accesibles. Son pedazos de cultura y depende del director delinear correctamente una idea de cultura de calidad. Porque la cultura, reconozcámoslo, tiene múltiples facetas. Hay cultura mala y cultura buena. Hay cultura basura y hay cultura de seda. Pensemos en las revistas de papel que se imprimen en la Argentina. Hay revistas que dan vergüenza, que no aportan nada, que digieren todo por uno, que matan el espíritu crítico. Y hay, no obstante, revistas muy buenas, que llaman a la reflexión o que te hacen cagar de risa o que te informan buscando siempre la objetividad (acercándose a ello). Queremos ser una revista así. No pretendemos cambiar el mundo, es más, somos impotentes en ese sentido. Pero si podemos encender una carcajada o emocionar a alguien con un dibujo (de Manco, claro) o atraparlos con un cuento o con una nota x; creemos que el trabajo estará hecho. Por una cultura de seda y de barro. Por una revista de oro.