martes, 19 de mayo de 2009

Críticas

La imagen no es nada. Pero parece constituir el todo en este mundo actual.

Debe ser verdad eso de que los ojos son el reflejo del alma, porque lo visual pareciera ser sinónimo de realidad; realidad supuestamente objetiva.

Mi crítica va dirigida en este caso a las obsesiones que el mercado deposita en los individuos con respecto a sus figuras. La cultura Light, la cultura de los gimnasios, la enfermiza preocupación por la estética corporal.

Es sabido que los productos deben ser colocados en el mercado y que este, básicamente, funciona por la interacción de oferentes y demandantes. También es sabido que para que algo tenga que ser demandado tiene que ser “necesitado” ¡Oh, poderoso mercado! Que crea necesidades con la fuerza de un imperio, bombardeando las mentes de los individuos-consumidores con imágenes gastadas pero efectivas, generando, además de vacíos espirituales (no desesperen, igual el mercado también puede proveerles terapias alternativas y religiones edulcoradas, aunque el vacío siga), peligrosos desórdenes psicológicos.

¿Y cuál es el método utilizado para lavar las mentes y distorsionar la realidad (más bien para crear una nueva realidad, a imagen y semejanza de sus propósitos)? Los omniscientes y omnipresentes medios de comunicación.

No pretendo en esta crítica plantear soluciones, solo es una pequeña y humilde observación sobre el triste estado de las cosas. A un ejemplo me remito: uno de los diarios más importantes del país de vez en cuando saca una nota alertando sobre la anorexia y la bulimia. Sin embargo, vemos todos los días desde las mismas notas, desde el mismo discurso, la preocupación por el “estar bien”, la exposición irresponsable de dietas o de métodos peligrosísimos para adelgazar, el fomento de operaciones estéticas o, peor aún, la constante pregunta a figuras públicas -tristes representantes de la cultura actual- de cómo hacen para estar tan “bien”.

En definitiva, y para no aburrirlos: salud es estar bien, tanto espiritual como físicamente, sin prestar atención a estereotipos que son creados por el mercado para que uno no piense, para que uno sea esclavo de la mercancía.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Porque el esclavo no se queja, y acepta lo que viene de arriba sin revelarse.

Reflexiones muy ciertas señor Titán

Saludos

Manco Cretino dijo...

Coincido, Licenciado, coincido.
El efecto que producen los medios en miles de personas es increible (y no estamos libres de caer; me incluyo).
Sin ir más lejos, aun no sé que hacer con el gimnasio, las pastillas, las dietas, y los miles de productos que compré y estan bajo la cama, el baño, detrás de la puerta y que se yo donde más.
¿Interesados en alguna cosita? Avisenmé!
Revendiendo... Manco Cretino

Mi Alter - Ego Super Espiritual dijo...

Y cual podria ser la solución...creo que un educación desde las aulas, podria ser.

que esten muy bien, bendixcs

Anónimo dijo...

no puedo entrar al blog de Nereal, me pide invitación, ¿cómo es eso?